LOS DERECHOS HUMANOS

Hoy en día, conocemos más que nunca que hablar de derechos humanos en un mundo globalizado es una utopía, porque el sistema injusto que rige en nuestra sociedad, viola continuamente los más elementales derechos del ser humano y es por eso que cada vez hay algunos ricos cada vez más ricos a costas de pobres cada vez más pobres. Porque quién de nosotros no ha visto a trabajadores que son reducidos con limitaciones en sus derechos sindicales, rostros de niños que padecen desnutrición, jóvenes que ven frustradas sus esperanzas a causa de una inestabilidad económica y pueblos marginados reclamando libertad y justicia para todos.

Ahora, si nosotros revisamos nuestra vida o hacemos una reflexión sobre ella nos  encontramos con circunstancias de maltrato a otras personas, tal vez nosotros lo hemos hechos y nos preguntamos ¿Por qué no hacemos algo para ayudar? O quizá ¿Por qué hacemos esto? ¡La violación a los derechos humanos debe terminar!

Por eso, al escribir estas sencillas palabras que dan vida a este sencillo ensayo, pienso en la situación actual tanto de nuestro país como mundialmente se está viviendo, en la que hay personas con falta de valores que discriminan por singulares rasgos, tanto racial, física, y mentalmente, como la pequeña historia que una vez leí en el libro titulado “Ejemplo de vida”, un anecdotario que nos motivará para que cada día seamos mejor al anterior. La historia dice así:

Un niño pequeño entró en una tienda de mascotas con tres monedas en la mano para comprar un cachorro de esos q se anunciaban en venta en el escaparate de la tienda. Lo recibió el tendero: "Buenos días. ¿Que se te ofrece?".

El niño le dijo: "En el escaparate hay un letrero anunciando que venden cachorros y yo quiero comprar uno. ¿Cuánto cuestan?".  "Mira, cuestan quinientos pesos". "¡Uy! traigo solo esto", y el niño le enseñó las tres monedas. "¿Puedo verlos?", le pregunto el niño. "Claro que si", contestó el tendero con una sonrisa. Entró a verlos y se encontró con una perrita con cinco cachorros.

El último cachorro cojeaba. "¿Qué le pasa a ese cachorro?", preguntó el niño. "nació con un defecto en las patas traseras. Ese perrito no puede correr, ni saltar". "Ese es el que yo quiero", dijo el niño entusiasmado.

"No querrás ese, si no podrá correr contigo. Llévate mejor este otro que está muy bien", dijo el tendero. "No, yo quiero ese". "¿Por qué?", pregunto el tendero.

El niño se levantó el pantalón y le mostró su pierna derecha que estaba deforme y maltrecha, y le dijo: "yo tampoco puedo correr bien, ni saltar y ese perrito necesita alguien que le comprenda". El tendero se quedó conmovido y enseguida le dijo: "Bueno pues, entonces te lo vendo por las tres monedas que traes". "No, de ninguna manera. El hecho de haber nacido así no lo hace menos valioso. Yo le pagaré el mismo precio que pide por los demás, hasta el último centavo". El tendero, aun más conmovido, le dijo: "Ojalá los demás cachorritos tengan un dueño como tú, que los quisiera y los comprenda así. Todos merecemos tener alguien que nos comprenda y nos quiera ASÍ COMO SOMOS".

Las personas no tienen una definición clara y precisa sobre los derechos humanos, y lo podemos comprobar consultando a personas con las cuales nos relacionamos día a día. Dichas personas nos darán respuestas de acuerdo a su punto de vista, pero pocas coincidirán con verdadera definición. Entonces ¿Qué son los derechos humanos? Los derechos humanos son inherentes a todos los seres humanos sin distinción alguna de nacionalidad, sexo, origen, color, religión, o cualquier otra condición. Y es más, lo que pocos saben es que estos derechos están contemplados en la ley y garantizados por ella.

Si nos remontamos a las antiguas civilizaciones encontraremos que los derechos humanos son producto de las experiencias de los pueblos que obtuvieron a través de su vida comunitaria, pero que con el paso de los años y de la sociedad han sido reconocidos a través de protocolos y constituciones políticas. Dentro de las cuales destaca uno de los más importantes, siendo esta la Declaración de los Derechos Humanos, un documento declarativo adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948 en Paris, teniendo como principal objetivo promover y potenciar el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales

Por otra parte, los derechos humanos tienen ciertas características, de las cuales resaltan:

ü  Son universales, ya que tienen carácter global; es decir, los derechos están presentes en el organismo, la personalidad, la sociedad y la cultura humana.

ü  Son inalienables ya que no deben suprimirse por ningún motivo, salvo en determinadas situaciones y según las debidas garantías procesales.

ü  Son interrelacionados, pues el avance de uno facilita el avance de los demás. De la misma manera, la privación de un derecho afecta negativamente a los demás.

Los derechos humanos incluyen tanto derechos como obligaciones que asumen los Estados en virtud del derecho internacional, de respetar, proteger y realizar los derechos humanos. La obligación de respetarlos implica que los Estados no interfieran en el disfrute de los derechos humanos. La obligación de protegerlos exige que los Estados defiendan los derechos humanos contra abusos hacia ellos. La obligación de realizarlos significa q los Estados deben facilitar el disfrute de los derechos humanos.

Para finalizar, nosotros jóvenes estudiantes saquemos a relucir nuestro intelecto, nuestra creatividad y por sobre todo nuestro coraje para que juntos y en armonía empezar a construir un muro que frene el hambre y la miseria imperante en el mundo, un muro que detenga la explotación y la discriminación, un muro que simbolices la esperanza y la ilusión de otra sociedad.

Pese a tanto dolor, revive la esperanza porque sentimos que el mundo está puesto en pie, que podremos demorar nuestra liberación, pero nunca impedirla y mucho menos olvidarla porque los derechos humanos son nuestros derechos. Tomémoslos. Defendámoslos. Hay que promoverlos. Insistamos en ellos y enriquezcámoslos…démosles vida. Y como dijo Juan Pablo II: “El secreto de la paz está en el respeto de los derechos humanos.”